Mi lista de blogs

domingo, 10 de febrero de 2013

INTRODUCCION.
México es un pais lleno de historia y tradicion, una de esas tradiciones es la de contar increibles historias atraves de los años,algunas de estas historias an logrado atemorisar a decenas de mexicanos.
estas historia son conocidas como leyendas,y son creadas atraves de la gente que dice haber tenido contacto con algun espiritu.
Acompañenos en enste increible recorrido atraves de México y sus leyendas.
Los autores de estas leyendas generalmente no existen o no se dan a conocer debido a que en realidad el pueblo mexicano creo estas leyendas llenas de tradicion e historia.
Acompañenos en esta seleccion de historias que te dejaran horrorisado.

DEDICATORIA:
esta antologia esta dedicada a todos nuestros compañeros de el grupo 3 A de la secundaria Mariano Escobedo, y a la maestra Maria de los angeles Gudiño ya que a ella se debe este blog de antologia.

martes, 5 de febrero de 2013

LEYENDAS DE TODO EL PAÍS.



 

 

LA LLORONA.


Consumada la conquista y poco más o menos a mediados del siglo XVI, los vecinos de la ciudad de México que se recogían en sus casas a la hora de la queda, tocada por las campanas de la primera Catedral; a media noche y principalmente cuando había luna, despertaban espantados al oír en la calle, tristes y prolongadísimos gemidos, lanzados por una mujer a quien afligía, sin duda, honda pena moral o tremendo dolor físico. 



Las primeras noches, los vecinos contentábanse con persignarse o santiguarse, que aquellos lúgubres gemidos eran, según ellas, de ánima del otro mundo; pero fueron tantos y repetidos y se prolongaron por tanto tiempo, que algunos osados y despreocupados, quisieron cerciorarse con sus propios ojos qué era aquello; y primero desde las puertas entornadas, de las ventanas o balcones, y enseguida atreviéndose a salir por las calles, lograron ver a la que, en el silencio de las obscuras noches o en aquellas en que la luz pálida y transparente de la luna caía como un manto vaporoso sobre las altas torres, los techos y tejados y las calles, lanzaba agudos y tristísimos gemidos.

Vestía la mujer traje blanquísimo, y blanco y espeso velo cubría su rostro. Con lentos y callados pasos recorría muchas calles de la ciudad dormida, cada noche distintas, aunque sin faltar una sola, a la Plaza Mayor, donde vuelto el velado rostro hacia el oriente, hincada de rodillas, daba el último angustioso y languidísimo lamento; puesta en pie, continuaba con el paso lento y pausado hacia el mismo rumbo, al llegar a orillas del salobre lago, que en ese tiempo penetraba dentro de algunos barrios, como una sombra se desvanecía.

"La hora avanzada de la noche, - dice el Dr. José María Marroquí- el silencio y la soledad de las calles y plazas, el traje, el aire, el pausado andar de aquella mujer misteriosa y, sobre todo, lo penetrante, agudo y prolongado de su gemido, que daba siempre cayendo en tierra de rodillas, formaba un conjunto que aterrorizaba a cuantos la veían y oían, y no pocos de los conquistadores valerosos y esforzados, que habían sido espanto de la misma muerte, quedaban en presencia de aquella mujer, mudos, pálidos y fríos, como de mármol. Los más animosos apenas se atrevían a seguirla a larga distancia, aprovechando la claridad de la luna, sin lograr otra cosa que verla desaparecer en llegando al lago, como si se sumergiera entre las aguas, y no pudiéndose averiguar más de ella, e ignorándose quién era, de dónde venía y a dónde iba, se le dio el nombre de La Llorona."

Tal es en pocas palabras la genuina tradición popular que durante más de tres centurias quedó grabada en la memoria de los habitantes de la ciudad de México y que ha ido borrándose a medida que la sencillez de nuestras costumbres y el candor de la mujer mexicana han ido perdiéndose.

Pero olvidada o casi desaparecida, la conseja de La Llorona es antiquísima y se generalizó en muchos lugares de nuestro país, transformada o asociándola a crímenes pasionales, y aquella vagadora y blanca sombra de mujer, parecía gozar del don de ubicuidad, pues recorría caminos, penetraba por las aldeas, pueblos y ciudades, se hundía en las aguas de los lagos, vadeaba ríos, subía a las cimas en donde se encontraban cruces, para llorar al pie de ellas o se desvanecía al entrar en las grutas o al acercarse a las tapias de un cementerio.

La tradición de La Llorona tiene sus raíces en la mitología de los antiguos mexicanos. Sahagún en su Historia (libro 1º, Cap. IV), habla de la diosa Cihuacoatl, la cual "aparecía muchas veces como una señora compuesta con unosatavíos como se usan en Palacio; decían también que de noche voceaba y bramaba en el aire... Los atavíos con que esta mujer aparecía eran blancos, y los cabellos los tocaba de manera, que tenía como unos cornezuelos cruzados sobre la frente". El mismo Sahagún (Lib. XI), refiere que entre muchos augurios o señales con que se anunció la Conquista de los españoles, el sexto pronóstico fue "que de noche se oyeran voces muchas veces como de una mujer que angustiada y con lloró decía: "¡Oh, hijos míos!, ¿dónde os llevaré para que no os acabéis de perder?".

La tradición es, por consiguiente, remotísima; persistía a la llegada de los castellanos conquistadores y tomada ya la ciudad azteca por ellos y muerta años después doña Marina, o sea la Malinche, contaban que ésta era La Llorona, la cual venía a penar del otro mundo por haber traicionado a los indios de su raza, ayudando a los extranjeros para que los sojuzgasen.

"La Llorona - cuenta D. José María Roa Bárcena -, era a veces una joven enamorada, que había muerto en vísperas de casarse y traía al novio la corona de rosas blancas que no llegó a ceñirse; era otras veces la viuda que veía a llorar a sus tiernos huérfanos; ya la esposa muerta en ausencia del marido a quien venía a traer el ósculo de despedida que no pudo darle en su agonía; ya la desgraciada mujer, vilmente asesinada por el celoso cónyuge, que se aparecía para lamentar su fin desgraciado y protestar su inocencia."

Poco a poco, al través de los tiempos la vieja tradición de La Llorona ha ido, como decíamos, borrándose del recuerdo popular. Sólo queda memoria de ella en los fastos mitológicos de los aztecas, en las páginas de antiguas crónicas, en los pueblecillos lejanos, o en los labios de las viejas abuelitas, que intentan asustar a sus inocentes nietezuelos, diciéndoles: ¡Ahí viene La Llorona! 


LA NIÑA FANTASMA DE PROTECCIÓN CIVIL.

En las instalaciones de Protección Civil del Estado de Nuevo León, ubicadas en la parte alta de la Loma Larga en la ciudad de Monterrey, se reportan varios sucesos extraños. Entre ellos la misteriosa aparición de una niña que ronda por los pasillos de esa institución.
Adrián Licón rescatista de Protección Civil del Estado declaró: - Lo que pasa es que vi que alguien atravesó la maya ciclónica, entonces junto a mis compañeros, lámparas y perros, fuimos a buscar y no había nadie –. De igual manera Carlos Eduardo Aguilar quien es el radio operador de esta dependencia menciona: - nos han comentado los compañeros de aquí, de Protección Civil del Estado, junto con las secretarias y personal del helicóptero, que han visto a una niña en los pasillos, en áreas de las oficinas, en los baños, en la cocina, y que han platicado con ella.
Las instalaciones de la corporación de rescate están ubicadas en lo que fue hace tiempo una escuela, cerró y quedó abandonada en 1980 y así continuó hasta 1998, cuando fue instalada la corporación de rescate en ese lugar. Se rumora que durante la época de abandono una niña sufrió una tragedia, fue ultrajada y asesinada de manera violenta.
Se dice que desde que el edificio se remodeló y puso de nuevo en funcionamiento la pequeña deambula por todos los rincones, quienes llegan ahí por primera vez sin conocer la historia han tenido encuentros con ella, y platicado con normalidad, para darse cuenta después que en realidad todo el tiempo estuvieron en presencia de una aparicion. Lo que destaca del hecho es que su presencia se percibe como una persona común y corriente, no es traslucida, ni de color pálido, es por eso la confusión de las personas que han llegado a toparse con ella creyendo que es la hija de alguno de los trabajadores.




EL CALLEJON DE EL DIABLO.
En México existió una estrecha calle conocida con el nombre de Callejón del Diablo. Era lugar sombrío rodeado de árboles frondosos y en medio de la nada había una casucha habitada por un hombre que sufría de tuberculosis. Poca gente se atrevía a deambular por ahí, culpa fuera del nombre, o del pobre hombre enfermo, y quien tenía que cruzar por ahí lo hacía rápidamente.
En cierta ocasión un borracho caminaba por el callejón oscuro, pasada la media noche, desde la distancia vio una figura que se apoyaba en el tronco de un árbol. Pensando que alguien en la oscuridad quería atracarlo, para curarse en salud, corrió con las manos empuñadas hacia el extraño. Un destello de luz antes de toparse con el desconocido le dejó ver un ser horrendo que reía malignamente. El miedo parecía sujetar los pies del hombre en el suelo, pero aun así agarró fuerzas para correr despavorido y escapar de su desgracia.
Cuando el borrachín corrió la noticia de que en el callejón de marras se aparecía el Demonio, muchos de los pobladores lo secundaron diciendo que habían sido asustados por el monstruoso espectro en alguna ocasión. Una persona enterada del Diablo y sus cosas, aconsejó que para evitar que el Maligno se instalara en el callejón, se depositaran diariamente bajo el árbol infernal algunas ofrendas, de preferencia joyas y monedas de oro. Como nadie quería que Lucifer se instalara en ese sitio, cada mañana iban a dejarle obsequios a Satán. Las ofrendas desaparecían así que pensaban que el Señor de la Oscuridad estaba complacido.
Un par de pescadores escucharon la historia del Diablo de San Martin, y no muy convencidos del hecho se dispusieron a desentrañar tales apariciones. Llegada la media noche, dos siluetas se distinguían en medio del tétrico callejón. El Demonio estaba recargado en el árbol, esperando a los incautos que voluntariamente iban a perder sus almas en aquellos dominios del infierno. El Señor de las tinieblas estaba listo para mostrar su maléfico rostro, cuando… de repente tras la luz de una antorcha vio emerger una imagen peluda atravesando las llamas, dos negros cuernos y una larga cola, mostraban que se trataba del autentico Satanás. Le fue asentada una mordida en el trasero, con un ardiente fuego que le quemaba por dentro.
El falso Satán salió corriendo y gritando -¡Jesús, el diablo quiere llevarme!-. El Demonio no volvió a aparecer por aquel callejón y poco tiempo después se supo un conocido personaje del pueblo presentaba una enfermedad extraña, evidenciada por llagas en las posaderas, producidas por quemaduras profundas. Los pescadores lo pusieron en evidencia cuando se expusieron como los autores del contraataque diabluno alegando que habían marcado al falso Lucifer con un tizón al rojo vivo.
Las joyas fueron donadas a una institución de pobres y el recuerdo más vivo del hecho fue el nombre que le quedó a la callejuela, conocida por mucho tiempo como el Callejón del Diablo.

                              
EL CHARRO NEGRO.
Un hombre alto, de aspecto elegante, de impecable traje negro compuesto por una chaqueta corta, una camisa, un pantalón ajustado y un sombrero de ala ancha deambula en la profundidad de la noche en los solitarios tramos que unen los pequeños pueblos del México rural sobre el lomo de un caballo enorme y de color azabache. Quienes han tenido trato con él lo presienten el Diablo. No ignora a los hombres, a los que ofrece amable conversación, pero su clara preferencia son las mujeres, a las que seduce con mirada elocuente y palabras cálidas. Nada malo puede decirse del charro negro si el viajero se limita a permitir su compañía hacia su lugar de residencia; si se acerca el amanecer, se despedirá cortésmente y se marchará con tranco lento, al igual que si el sendero que recorre lleva a las cercanías de una iglesia. Pero si, por el contrario, la mujer cede a sus ofertas de aligerar el viaje y condesciende a montar el caballo, esa acción será el principio del fin: una vez sobre el animal, la infortunada descubre que es imposible apearse. Es entonces cuando el charro negro vuelve su montura y se aleja, con rumbo desconocido, sin hacer caso de los ruegos o los gritos de su víctima, a la que no se vuelve a ver jamás.

           

LOS NIÑOS DEL TERREMOTO.

A las 7:19 AM del 19 de Septiembre de 1985 el más destructivo terremoto de la historia de México arrasó varias zonas del occidente y centro del país, entre las que se contaba el Distrito Federal. El recuento de muertos, que llegó a los diez mil, afectó principalmente a trabajadores de escuelas y hospitales, y a los niños que concurrían a establecimientos educativos, prestos a comenzar las clases en ese horario. La imprevisión a la hora de construir escuelas, inadecuadas para soportar los frecuentes sismos que afectan a México, hizo de los escolares víctimas en una proporción inusitadamente alta. Muchas escuelas fueron mudadas de sitio y en su lugar se erigieron otras construcciones, sin relación alguna con la educación. Décadas después, sin embargo, la algarabía de los niños, sus juegos infantiles, sus chanzas, son oídos misteriosamente por transeúntes o moradores de construcciones que al momento del desastre lindaban con escuelas o institutos, hoy ubicados lejos de su emplazamiento original, como si sus espíritus se negaran a interrumpir el inicio de las clases aun desde el otro lado de la muerte. Si estás en México y deseas investigar más sobre la presencia del espíritu de los niños del terremoto, quizás quieras utilizar un tablero Ouija para intentar contactarte con ellos.

EL FANTASMA DE LA TERMINAL DEL TREN.
Hace mucho tiempo en un pueblito llamado Jaral del Progreso, Guanajuato, el presidente municipal decidió mandar a colocar bancas en un parquecito que se encontraba en la terminal del tren, con la finalidad de dar comodidad a los usuarios de la dicha terminal, ya que en ese entonces se viajaba mucho en tren, como referencia la terminal se encontraba ubicada cerca de un panteón.
Las bancas fueron sujetos de vandalismo durante la noche, aparecían muy maltratadas, rayadas, rotas etc., por lo cual se decidió mandar un vigilante para cuidarlas, y curiosamente los vigilantes se empezaron a enfermar al igual que se negaban a seguir con su encomienda.
Al presidente le pareció muy rara esta situación, mando a investigar lo que estaba sucediendo, le comentaron una historia descabellada sobre un supuesto fantasma que aparecía y espantaba a los vigilantes, esto le pareció ridículo y decidió mandar a un policía de su confianza. El policía le decían El Chino Herrera, se comenta que era muy barbero con el presidente por lo cual estaban seguros que no se iba a negar participar en esta misión aunque supiera la historia del fantasma.
Pues bien acudió al lugar sin temor y al otro día no se presento a trabajar, reportándose enfermo, el presidente acudió al hospital para saber lo que había sucedido con el Policía, este  alcanzo a platicarle lo sucedido antes de morir.
Platico que todo estaba normal y alrededor de las 12:00 de la noche, empezó a correr un vientecito frío junto a una densa neblina, posteriormente escucho ruidos, que le parecieron el llanto de una mujer, por lo cual se acerco donde provenía el llanto.
A lo lejos entre la bruma noto una silueta blanca que parecía de una mujer, por lo cual se acerco para comentarle que era muy tarde para que anduviera rondando por ahí, al acercarse vio que la mujer salía del panteón y que no movía las piernas, mas sin embargo se movía, en ese momento quedo sorprendido y espantado al ver que la mujer vestida de blanco viajaba suspendida a aproximadamente a unos 30cms., del suelo, el rostro no se le veía solo unos ojos de color rojo encendido. La mujer se abalanzo sobre de él sin darle tiempo de correr, desmayándose del impacto.
Esa noche el policía murió y en su lecho de muerte juro que todo era verdad. Ya nadie fue a cuidar las bancas después de lo sucedido y cuentan que a lo lejos en las noches escuchan el llanto de una mujer, muchos siguen diciendo que escuchan el llanto y ven a una mujer en las noches.
                                 
 
POSESION

Esta historia no me paso a mi...y no me gustaría la verdad... le paso a unas amigas de mi tía y es totalmente cierta.

A ellas de jóvenes les encantaba los espiritismos y siempre practicaban sesiones de ese tipo...
Estaban un verano haciendo la oui-ja y tras preguntar varias cosas nadie contestaba hasta que a Claudia se le ocurrió preguntar: Estas vivo??... al momento el vaso que presidía la mesa se movió dirigiéndose poco a poco hasta el NO. Las caras de todas ellas se turbaron y Ana que no creía mucho en eso dijo: si es verdad que estas aquí manifiestate en alguna de nosotras. Fue lo peor que puedo hacer ya que al instante su cara palideció sus ojos se pusieron rojos y empezó a babear por la boca...
Su novio que estaba presenciando la sesión pero sin colaborar se quedó helado junto con el resto de las demás amigas cuando Ana se dirigió hasta a él con un cuchillo en la mano... Intentaba matarlo!! Todos empezaron a huir de Ana despavoridos con tan mala suerte que la puerta estaba atrancada.
De pronto la madre de Claudia, queEsta historia no me paso a mi...y no me gustaría la verdad... le paso a unas amigas de mi tía y es totalmente cierta.

A ellas de jóvenes les encantaba los espiritismos y siempre practicaban sesiones de ese tipo...
Estaban un verano haciendo la oui-ja y tras preguntar varias cosas nadie contestaba hasta que a Claudia se le ocurrió preguntar: Estas vivo??... al momento el vaso que presidía la mesa se movió dirigiéndose poco a poco hasta el NO. Las caras de todas ellas se turbaron y Ana que no creía mucho en eso dijo: si es verdad que estas aquí manifiestate en alguna de nosotras. Fue lo peor que puedo hacer ya que al instante su cara palideció sus ojos se pusieron rojos y empezó a babear por la boca...
Su novio que estaba presenciando la sesión pero sin colaborar se quedó helado junto con el resto de las demás amigas cuando Ana se dirigió hasta a él con un cuchillo en la mano... Intentaba matarlo!! Todos empezaron a huir de Ana despavoridos con tan mala suerte que la puerta estaba atrancada.
De pronto la madre de Claudia, que estaba en la cocina, escuchó el alboroto de gritos y lloros que había en la habitación y corrió hasta allí y desatrancó la puerta. Al segundo salieron todos como una manada de la habitación y detrás de todos ellos Ana, la cual nada mas salir cayó al suelo desmayada.
Al despertar no recordaba nada de lo ocurrido y la cosa quedo en un susto...o eso es lo que les pareció en ese momento...
Pero Ana de vez en cuando seguía teniendo posesiones en las que volvía al mismo estado e intentaba matar a su pareja y luego caía desmayada..
Esos episodios se siguieron repitiendo hasta el punto en que su pareja dejo a Ana ya que temía por su vida...
Y esto no acaba aquí, porque a las 5 meses después de la sesión de oui-ja ella yació muerta en la cama por una muerte inexplicada...
Es muy probable que mas de la mitad que leáis esto no lo creeréis pero la historia es absolutamente REAL!!! y si no lo creéis nadie puede oblligaros a que lo hagáis pero...seguir mi consejo y no juguéis con los espíritus porque nada bueno os deparará  estaba en la cocina, escuchó el alboroto de gritos y lloros que había en la habitación y corrió hasta allí y desatrancó la puerta. Al segundo salieron todos como una manada
de la habitación y detrás de todos ellos Ana, la cual nada mas salir cayó al suelo desmayada.
Al despertar no recordaba nada de lo ocurrido y la cosa quedo en un susto...o eso es lo que les pareció en ese momento...
Pero Ana de vez en cuando seguía teniendo posesiones en las que volvía al mismo estado e intentaba matar a su pareja y luego caía desmayada..
Esos episodios se siguieron repitiendo hasta el punto en que su pareja dejo a Ana ya que temía por su vida...
Y esto no acaba aquí, porque a las 5 meses después de la sesión de oui-ja ella yació muerta en la cama por una muerte inexplicada...
Es muy probable que mas de la mitad que leáis esto no lo creeréis pero la historia es absolutamente REAL!!! y si no lo creéis nadie puede oblligaros a que lo hagáis pero...seguir mi consejo y no juguéis con los espíritus porque nada bueno os deparará



LEYENDAS QUERÉTANAS.


LA CARAMBADA


Leonarda Emilia (nombre real de “La Carambada”) fue originaria de un pueblito de indios cercano a esta ciudad, llamado “La Punta”.  En los tiempos de Fernando Maximiliano de Habsburgo, Leonarda se enamoró de un militar imperialista, y al ser tomado prisionero su amado, acudió a todas las autoridades, incluidos Benito Zenea, gobernador de Querétaro en aquel entonces y don Benito Juárez, presidente de la República, para solicitar el perdón para su amado. Ante la negativa juró venganza y fue así como se hizo bandolera.
La fama de “La Carambada” trascendió por su agilidad para el manejo de la pistola, el machete incluso para cabalgar. Sin embargo, se dice que tuvo contacto con una yerbera que le enseñó los efectos de la veintiunilla, una hierba cuyos efectos causan la muerte de la persona que la toma justo 21 días después de ingerirla.
Nunca ha sido confirmado, pero lo cierto es que “La Carambada” tuvo un contacto con don Benito Zenea veintiun días antes de su muerte.
Asimismo , también don Benito Juárez tuvo ese encuentro con ella y murió a los 21 días. La causa de la muerte de ambos fue angina de pecho, pero se dice que fue asi como “La Carambada” culminó su venganza. 
Una noche, Vicente Otero, junto con un grupo de rurales, salió con objeto de aprehender a Leonarda, encontrándola por la hacienda de la Capilla, camino de Celaya.
Inmediatamente Otero abrió fuego sobre ella y sus compañeros, resultando herida de cinco balazos y logrando atrapar a dos de sus compañeros. El cuerpo de Leonarda fue llevado al hospital para hacerle la autopsia.
Al día siguiente se descubrió que todavía tenía vida y reanimándola, Leonarda pidió un sacerdote, a quien le confesó toda su historia, muriendo dos días después de haber recibido cinco balazos, hecho que causó una gran sensación en la ciudad.


 

LA CASA DE LA ZACATECANA

La casa número 6 de la antigua calle de la Flor Alta, la única que en esa calle tiene balcones y su vista da al sur, estuvo por muchos años abandonada por las leyendas de espantos que se decían de esa casa y que influían en los vecinos.
Por los años 50 del siglo pasado, se estableció en esta ciudad un matrimonio que decía ser de Zacatecas, cuyo varón se decía que era propietario de algunas acciones de minas en aquella región minera.
Compraron la casa mencionada,  además la restauraron y vivieron ahí junto con sus criados sin problemas.
Vestían correctamente y se les veía siempre muy unidos en los templos y paseos, al parecer muy amables. Repentinamente desapareció  el rico minero y “la zacatecana” su esposa, solía decir que había ido a su tierra a resolver ciertos asuntos mineros; pero alguien de su servidumbre refirió que una noche la zacatecana mandó asesinar a su marido y después ella mató al asesino, para después enterrar a los hombres en la casa.
Con excepción de una criada de mucha confianza, nadie tuvo el más leve indicio de aquella escena.
Transcurrió el tiempo y los rumores corrían, viendo que el marido de la zacatecana no venía, ella dijo que se habían divorciado, quedándose él en su tierra con sus familiares.
El año 59, llamado de la Aurora, por el mes de abril, amaneció en la banqueta que ve a la antigua plazuela de las Tamboras, el cuerpo de la zacatecana, acribillado a puñaladas, lo cual causó honda sensación no sólo en el barrio, sino en toda la ciudad.
Nadie supo quienes fueron los autores de tal asesinato, pues las criadas sólo declararon que la señora se retiró como de costumbre a su pieza en la parte alta y ellas dormían abajo y no sintieron ni observaron nada en el momento del acontecimiento.


LA SOMBRA DE MAXIMILIANO
En la época en que Maximiliano fue Emperador de México, estuvo prisionero por un tiempo en el Convento de La Santa Cruz  para ser fusilado en el Cerro de las Campanas.
En ese entonces el panteón que tiene la iglesia (ahora panteón de los personajes ilustres) se utilizaba para enterrar a la gente de aquella zona, el hombre encargado de cuidar este lugar se llamaba Simón, su turno comenzaba a las seis de la mañana y terminaba a las seis de la tarde.
Un día mientras Simón hacia sus labores, de pronto oyó que alguien lo llamaba
-¡shht Simón!-. Él volteó pero no había nadie y después lo volvió a oír pero en el momento que volteó vio una sombra a la que no podía ver su cara.
Entonces Simón salio corriendo del panteón hacia su casa y no quiso salir de ahí hasta la mañana siguiente cuando pensó que sólo había sido su imaginación ya que se encontraba muy cansado ese día.
Cuando dieron las seis de la tarde, Simón volvió a oír que lo llamaban y al voltear vio la misma sombra a lo lejos; su primera intención fue correr, pero sus piernas no le respondían y la sombra se acercaba más y más.
Al llegar la sombra hasta Simón, ésta levanto el brazo y depositó algo en la mano del hombre, mientras que él pudo ver su mano huesuda y sin piel, pero no pudo verle el rostro, después cerró su mano, empuñando lo que el fantasma le dio y cayó desmayado.
Al día siguiente los amigos de Simón fueron a verlo ya que el cementerio estaba cerrado, cosa que les extrañó, pues él era muy puntual. Después de saltar la reja comenzaron a buscarlo y lo encontraron inconsciente sobre el pasto, de modo que lo llevaron de inmediato al hospital pero no pudieron abrir s mano que estaba cerrada en un puño.
A los tres días Simón volvió en sí y sus amigos no creyeron la historia que les contó, mas cuando le pidieron abrir su mano, Simón les mostró lo que el fantasma le había entregado.
Era un Maximiliano, una moneda de 14 quilates de oro, de la época del Emperador Maximiliano.
Tiempo después Simón se enteró de que el cuerpo de Maximiliano había estado un corto tiempo en el Templo de la Santa Cruz.
La leyenda dice que si vas al panteón del santuario a las doce de la noche, corres el riesgo de encontrarte con... la sombra de Maximiliano.